Ron Cook: En 'una ciudad que cuida de los suyos', Aaron Smith consigue un asiento entre los grandes

Jun 17, 2023

PITTSBURGH – Aaron Smith ayudó a salvar muchas victorias para los Steelers durante su impresionante carrera con el equipo de 1999 a 2011. Sus compañeros de equipo le dirán que fue invaluable para su defensa durante sus carreras en el Super Bowl en 2005 y 2008.

"Imbloqueable", dijo una vez Brett Keisel sobre Smith.

"La clave de nuestra defensa", dijo James Farrior. "Él nunca hace nada malo ahí fuera. Los entrenadores nunca tienen que gritarle".

Fue apropiado y correcto que los Steelers le dieran a Smith su más alto honor el fin de semana pasado al nombrarlo para su Salón de Honor. Fue, posiblemente, el mejor ala defensiva 3-4 en la historia de la franquicia.

Pero Smith también contribuyó a salvar algo mucho más importante que solo los partidos de fútbol.

¿Creerías en más de 2.400 vidas?

La inspiradora historia de Smith se remonta a octubre de 2008, cuando a su hijo, Elijah, que entonces tenía 4 años, le diagnosticaron leucemia linfoblástica aguda, un cáncer de los glóbulos blancos. De repente, Smith y su esposa, Jaimie, estaban viviendo la peor pesadilla de cualquier padre.

Smith, un hombre reservado por naturaleza, no quería hacer públicos los detalles del cáncer de Elijah. No fue hasta que lo presionaron y se dio cuenta de todo el bien que podía hacer que aceptó compartir la historia de su familia. El empujón final vino de su esposa.

"Juro que en ese momento quería vomitar en el suelo", me dijo Smith sobre el diagnóstico de Elijah durante una entrevista de una hora en la sede de los Steelers para una columna que apareció el 14 de diciembre de ese año. "No sabía nada sobre la leucemia. Sólo sabía que era algo malo. Hasta donde yo sabía, era una sentencia de muerte".

Los Steelers habían organizado una campaña de donación de sangre en honor de Elijah el 26 de diciembre en Heinz Field. Smith y otros Steelers actuales y anteriores estuvieron allí para reunirse con los donantes, estrecharles la mano y agradecerles.

"Elijah tuvo que recibir transfusiones de sangre cuatro, cinco, tal vez incluso seis veces", dijo Smith en esa columna. "Hay tanta escasez de sangre. No creo que la gente entienda la diferencia que puede hacer en la vida de las personas al donar. Yo no lo entendí. Pero estás hablando de salvar la vida de alguien".

El Banco Central de Sangre de Pittsburgh estimó que la campaña de donación de sangre salvó 2.412 vidas.

"La participación fue inmensa", dijo Smith la semana pasada. "La forma en que la ciudad se unió a mí y a mi familia fue una locura. No fueron sólo la gente de los Steelers y la gente de mi iglesia. Fueron personas que ni siquiera me conocían que salieron a retribuir.

"¿Me preguntas por qué me quedé aquí después de que terminó mi carrera? ¿Yo? ¿Un chico de Colorado? Me quedé por la gente de aquí. Qué ciudad tan increíble. Esta es una ciudad que se cuida a sí misma. Aquí es donde quería criar a mi familia."

La historia de Elías tuvo un final feliz.

Debido a una interrupción en su programa de quimioterapia, Elijah pudo acompañar a su familia a Tampa para el Super Bowl XLIII después de la temporada 2008. No fue un viaje que los Smith aprobaron sin pensarlo mucho. El sistema inmunológico de Elijah estaba gravemente comprometido en ese momento.

"Deberías haberme visto limpiar todo en nuestra habitación de hotel", recordó Smith. "Me limpié y limpié durante unas cuatro horas. Sabía que las cosas podían cambiar rápidamente".

Pero no lo hicieron.

Los médicos estaban encantados de decirles a los Smiths que los números de sangre de Elijah eran buenos después de que la familia regresó a Pittsburgh después de la victoria de los Steelers por 27-23 contra los Arizona Cardinals.

"Me sentí muy bendecido de que pudiera estar allí conmigo", dijo Smith. "Aún puedo verlo sosteniendo el trofeo del Super Bowl. Nunca lo olvidaré".

Elijah, el segundo de los cinco hijos de los Smiths, ahora tiene 19 años y se prepara para comenzar su primera temporada con la camiseta roja en IUP. Decir que se ha convertido en un hombre grande y fuerte sería quedarse corto.

"¡Es un tackle ofensivo! Eso me devora todos los días. Ya sabes lo que pienso sobre los tackles ofensivos", dijo Smith, riendo.

"Le digo: 'Nosotros, los linieros defensivos, vamos a una piscina y hacemos una bala de cañón para saltar. Ustedes, los linieros ofensivos, meten un dedo del pie en el agua y deciden que hace demasiado frío'. "

Eso no significa que Smith no sea un padre orgulloso.

"Elijah es más grande que yo", dijo Smith, quien jugó con 6 pies 5 pulgadas y 305 libras. "Nunca pensé que uno de mis hijos terminaría siendo más grande que yo, pero lo es. Estamos espalda con espalda en la cocina y su trasero está por encima del mío. Es más fuerte que yo. Es más alto que yo. Mide 6 pies. -6. Sus brazos son ridículos. Su envergadura es de 6 pies 7 o 6 pies 8."

Smith no puede esperar a ver jugar a Elijah esta temporada. Hace quince años, cuando Elías estuvo enfermo, tenía serias dudas de que eso sucedería.

Smith también está ansioso por ver su nombre en el Salón de Honor de los Steelers dentro del Estadio Acrisure. Tampoco pensó que eso fuera posible cuando se retiró después de la temporada 2011. Las lesiones sabotearon sus últimas tres temporadas.

"Todavía no estoy seguro de pertenecer", dijo Smith. "Los nombres en esa pared son increíbles. Son algunos de los mejores jugadores en la historia de la NFL.

"Me alegra que mis hijos y nietos puedan verlo. Tal vez crean que hice algo bueno como jugador".

Dentro y fuera del campo.

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